Mario Mérida. Escritor, comunicador y docente universitario
La historia revela que cada año hay menos optimismo para celebrar la independencia patria, contrario a lo que sucede en otros países latinoamericanos, en que los gobiernos promueven a nivel nacional las celebraciones patrias.
Los 201 años de independencia deben provocar en adultos y jóvenes la revisión histórica de lo acontecido desde 1821 hasta nuestros días y aprender de las contribuciones de las generaciones de guatemaltecos para tener un mejor país; sin olvidar que descendemos de pueblos precolombinos o prehispánicos enfrentados desde su inicio “Someteréis a todas las tribus, humillaréis su sangre, su savia ante nuestros rostros” (Popol Vuh. Franco Sandoval), lo que favoreció la victoria del descubridor, conquistador y colonizador español.
Para algunos esta fecha solamente marca el inicio de las vacaciones estudiantiles… emoción y aprehensión de los graduandos de educación media ante las escasas oportunidades que el país les ofrece, no sólo en el plano académico con la inestable universidad nacional -ahora en permanente paro estudiantil-, además de enfrentar cotidianamente el alto índice de inseguridad. Para otros es la apertura de la actividad comercial prenavideña y promoción de eventos artísticos, mientras que los padres de clase media comienzan a preocuparse por los costos inscripciones y útiles del ciclo escolar 2023.
Las actividades independentistas son eventos importantes del mes de septiembre, saturado de repetitivos discursos de marginación, discriminación y exclusión, taras que aparentemente afectan sólo a los grupos étnicos, obviando mencionar a los guatemaltecos que habitan las áreas marginales, que lejos de estar esperando que caiga el maná del cielo, luchan día a día por sobrevivir y sacar adelante a sus familias con los precarios salarios, que por estas fechas los trabajadores pretenden que alcance Q 180 diarios. Así como demostraciones anti-independencia de algunos guatemaltecos como las realizadas: “Frente al Congreso de la República se concentró un grupo de encapuchados que mancharon una bandera con pintura roja y la colgaron en el edificio”. Por otro lado “Estudiantes de la Universidad de San Carlos de Guatemala (USAC) realizaron hoy una marcha que inició en el Centro Cultural Universitario con dirección al Museo de la Universidad de San Carlos. Autoridades Indígenas Poqomam se unieron a la marcha universitaria para rechazar la celebración de la independencia con carteles con mensajes como “201 años de la patria del Criollo” (elPeriodico.17/09/2022)
Otro suceso relevante sin resolver son las reglas de participación en el próximo evento electoral, sobre la que se han expresado reservas y propuestas que al final son contrarias a la democracia, que nunca termina de concretarse medianamente. Al que hay que la reincidencia de algunos candidatos por asegurar un cargo de alcalde, diputado y con mayor dificultad la presidencia de la república.
Guatemala, es un inacabado relato de fracasos políticos, que ya comienzan a anunciarse con la denuncia de fraude; movimientos sociales con agendas utópicas; corrupción holística; división empresarial y la nostalgia de algunos sectores por eventos anclados en el pasado, como el “9-16” impulsado por grupos foráneos con apoyo de actores nacionales interesados en los beneficios de este suceso para su agenda particular.
Nuestro país, se encuentra acosado por amenazas, como la Inseguridad, en la que resalta la extorsión[1] con más de 15, 662 casos reportados este año, que representan 111,2000 de la población entre adultos y jóvenes; Pobreza[2], que aumento del 47,8% (2019) al 52.4 de la población (2020); Salud preventiva y hospitalaria, aún sin recuperarse del impacto provocado por el covid-19 -1,111,191 infectados-, que aqueja a los guatemaltecos; Calidad educativa afectada por la aptitud de los docentes y disponibilidad de centros educativos, a pesar de los esfuerzos del presidente Giammattei, por impulsar las escuelas Bicentenario y finalmente una política de atención a la Desnutrición infantil, cuya cifras no son halagadoras, entre las más relevantes.
De acuerdo con informes del Banco Mundial (BM)[3], nuestro país posee la 4ta tasa más elevada de: “desnutrición crónica en el mundo y la más alta en ALC, con poblaciones indígenas y rurales afectadas de manera desproporcionada” Mientras que la desnutrición crónica infantil (y el retraso en el crecimiento) afecta a: “el 47 por ciento de todos los niños menores de cinco años, al 58 por ciento de los niños indígenas y al 66 por ciento de los niños en el quintil de ingresos más bajos”.
Es importante agregar que existen iniciativas desde el sector privado para reducir la desnutrición, como el programa “Guatemaltecos por la Nutrición ¡un llamado a la acción!”, lanzada por la Corporación Castillo Hermanos, que materializa su compromiso con la Responsabilidad Social Empresarial, que atenderá a madres y generará “… empleo, desarrollo y tecnificación de más de 100.000 pequeñas empresas…, reciclaje de 5.5 millones de botellas de plástico por día con un derrame social de más de 25,000 personas recolectoras y clasificadoras” en los departamentos de Quiche y Huehuetenango.
El escenario actual es un apetitoso menú para los políticos que aspiran a ocupar puestos de elección popular -presidencia, diputados y alcaldes- en las próximas elecciones generales (junio/2023), que traerá consigo algún grado de ingobernabilidad, que deberá ser resuelto por el gobierno con buen criterio y, así evitar el entorpecimiento del proceso electoral y la legalidad de los resultados.
Para los guatemaltecos en general y especialmente para quienes pretenden administrar el país desde el ejecutivo o las municipalidades, no todo está perdido, conforme el informe del BM[4]: “Guatemala tiene la oportunidad para la transformación enfocándose en áreas prioritarias para acelerar el crecimiento inclusivo, productivo y sostenible, mediante la construcción de un contrato social más inclusivo a través de más y mejores inversiones en capital humano, el fomento de un clima empresarial más sólido para acelerar la creación de empleos y aumentar la productividad, y la mejora de la sostenibilidad con un aumento de los ingresos fiscales y una mayor eficiencia del gasto público y resiliencia a los choques a través de la adaptación climática”. Lo resaltado es un llamado de atención del suscrito.
[1] vía. Twitter El viceministro de Gobernación, Carlos Franco, indica que el 14% de las extorsiones se relacionan a pandilleros, 81% a imitadores y el 5% a personas particulares.27/07/2022
[2] www.bancomundial.org/es/country/guatemala/overview
[3] Ídem
[4] Ídem