Mario Mérida. Escritor, comunicador y docente universitario
Algunos de los ciudadanos empadronados comienzan a preocuparse, porque con lo que se ha escuchado de los candidatos presidenciales, no se puede apreciar si lo que han expresado son comerciales u ofertas, que no alcanza para hablar de discursos.
Conversando coloquialmente con las personas con las que uno se encuentra, acerca del proceso electoral y lo que se escucha en los cortos televisivos o en las entrevistas a través de los medios denota su desencanto y el convencimiento que nada cambiará.
Estoy convencido de que la mayoría de los que pretenden ser presidente, están desestimado la inteligencia y el cansancio democrático de los electores, particularmente de las personas que votaron por primera vez en las elecciones de 1985, que estarán cumpliendo 56 años. Estas son personas que aún esperan satisfacer sus necesidades básicas, sin desestimar que una buena mayoría son abuelos o aún sostienen financieramente a sus hijos entre los 30 y 35 años, que según estadísticas representan un número respetable de votantes.
Los electores conocen las diferencias discursivas de estos últimos treinta ocho (38) años. En estas elecciones (03/11/1985) participaron ocho (8) partidos, que en la primera vuelta ocuparon el siguiente orden: Democracia Cristiana Guatemalteca, DCG 648,681 (38.65%); Unión Centro Nacional (UCN) 339,522 (20.23%); Coalición: PDCN-PR 231,397 (13.78%) Coalición: MLN-PID 210,806 (12.56%); Central Auténtica Nacionalista, CAN 105,473 (6.28%); Partido Socialista Democrático, PSD 57,362 (3.41%); Partido Nacional Renovador, PNR 52,941 (3.15%) y la Coalición: PUA-MEC-FUN 32,118 (1.91%). es.wikipedia.org/.
El candidato de la DCG, desarrolló su discurso con base a lo que constituyó más adelante, como ejes estratégicos (1986-1990), a partir la paz, la democracia, la economía y la violencia, que se describen claramente en los ejes estratégicos definidos por el presidente electo Vinicio Cerezo en la toma de posesión:
a. Reestructurar al Estado, pasando de Gobiernos de corte autoritario a Gobiernos Civiles, institucionalizando por la vía de la Ley la Democracia, para lo cual contó con el apoyo del ejercito por medio de la “Doctrina de la Estabilidad Nacional”;
b. Fortalecer el Municipio para propiciar la participación y descentralizar el poder, proyecto alcanzado parcialmente;
c. Reorganizar la Economía del país, abastecer el mercado para satisfacer las necesidades fundamentales, reactivar a los sectores productivos para promover empleo, y buscar recursos para enfrentar la estabilidad macroeconomía y resolver el problema de la balanza comercial, con resultados medios;
d. Proponer una política Internacional de Neutralidad activa, que se ha malogrado a lo largo de los años
e. Buscar la paz en el país, pero promover la paz regional, que se intentó con la propuesta del PARLACEN, que sepulto estas expectativas,
f. Relanzar la Integración Centroamericana para lo cual se propone la reunión de Presidentes, el sistema de integración y el Parlamento Centroamericano, lo cual se logró con SICA, y
g. La libertad de organizarse y participar en el proceso político y social y el derecho de humanos, con base a la nueva constitución.
El candidato de la UCN, por su parte empleo discurso de carácter centrista, planteando un centro amplio, con buena voluntad, realismo y moderación, por medio de todas las tendencias no radicales del país y en contra de la polarización y la violencia (https://www.plazapublica.com.gt/)
Los restantes contendientes en su orden de resultados fueron Mario Sandoval Alarcón del Movimiento de Liberación Nacional (MLN) y Partido Institucional Democrático (PID); Jorge Serrano Elías del Partido de Cooperación Nacional (PDCN) y Partido Revolucionario (PR); Mario David García de la Central Auténtica Nacionalista (CAN); Alejandro Maldonado Aguirre del Partido Nacional Renovador; Leonel Sisniega Otero del Partido de Unificación Anticomunista (PUA); Movimiento Emergente de Concordia (MEC) y Frente de Unidad Nacional (FUN) y Mario Solórzano Martínez del Partido Socialista Democrático (PSD), que representó una nueva opción para la que el país, no estaba preparado.
La segunda vuelta (08/12/1985) fue entre la DCG, representada por Vinicio Cerezo y Jorge Carpio Nicolle de la Unión Nacional del Centro. El triunfador fue la DCG con 1,133,517 votos, que representaron el 68.37% de los electores. El segundo lugar fue para la Unión del Centro Nacional, con 542,306 votos y el 31.63% de los votos totales.
Para algunas personas, es pretencioso o irónico esperar de los candidatos presidenciales un discurso político a la altura de las circunstancias por las que atraviesa nuestro país, en rumbo hacia un estado fallido o un narcoestado, como lo han denominado más de alguno (na), sin pensar que estas denominaciones no dañan a los políticos, sino a los guatemaltecos, que sólo esperan el cumplimiento del artículo 1.- “El Estado de Guatemala se organiza para proteger a la persona y a la familia; su fin supremo es la realización del bien común”, es decir hablar de la pena de muerte, cárceles de alta seguridad, del modelo Bukele, empleo, ayuda social y otras ofertas, solamente son palabras que describen la coyuntura, mientras no expliquen como lo lograrán.
Definir el discurso como tal es complejo por interrelación político-ideológica, pero, si es factible caracterizarlo a partir de algunos estudios de GIMÉNEZ, G (1983), en “El análisis del discurso político-jurídico. Capt. V de Poder, Estado y Discurso. México. UNAM”, que plantea las siguientes características formales del discurso político: “a) es un discurso que no se dirige tanto a convencer al adversario, como supone la retórica tradicional, sino a reconocer, distinguir y confirmar a los partidarios y atraer a los indecisos; b) es un discurso estratégico, en la medida en que define propósitos, medios y antagonistas; c) manifiesta propiedades performativas, lo que significa que quien lo sustenta no se limita a informar o transmitir una convicción, sino que también produce un acto, expresa públicamente un compromiso y asume una posición; d) tiene una base esencialmente polémica: la enunciación política parece inseparable de la construcción de un adversario ; e) es un discurso argumentado que se presenta como un tejido de tesis, argumentos y pruebas destinados a esquematizar y teatralizar, de un modo determinado, el ser y el deber ser políticos ante un público determinado y en vista de una intervención sobre este público”.
Quizá, esta explicación académica de Giménez, compartida con el propósito de que sirva de conclusión, resulte de utilidad para comprender los discursos y descubrir las ofertas populistas, que escucharemos al retorno de la Semana Santa.