Dr. Virgilio A. Cordón
“Cuando hacemos una presentación, lo más importante para que sea efectiva no es mostrar lo que sabemos… es inspirar confianza a través de la comunicación.”
Cuando estamos diseñando una presentación, solemos enfocarnos en los aspectos técnicos y herramientas que queremos compartir, dejando a un lado uno de los fundamentos más importantes de la persuasión y liderazgo: Generar confianza en nuestra audiencia.
Por lo tanto, si no logramos captar la atención de nuestro público y ganarnos su confianza, muy difícilmente lograremos la empatía necesaria para que nuestra presentación sea recibida con éxito.
En toda relación social, la base está en dos columnas: Confianza y Compromiso, las cuales se unen a través de la comunicación. Es la razón por la que muchos líderes fracasan, ya que no logran inspirar de manera efectiva y obtener una visión compartida con sus equipos de trabajo a pesar de tener todas las habilidades técnicas necesarias y experiencia necesarias.
“Durante años me dedicado a enseñar temas básicos sobre la persuasión y la negociación y siempre he insistido en que las personas somos “seres emocionales que piensan” y no seres racionales con emociones.”
¿Usted votaría por un político en el que no confía o en un vendedor que no se ha ganado su confianza? Por supuesto que no. La razón principal por la que una persona sigue a un líder no es la compensación o ambiente de trabajo, es simplemente porque le tiene confianza y esa… se debe ganar. Para ganarla, nuestro primer objetivo debe ser generarla a través de ciertos pasos básicos para ganar la aceptación de nuestra audiencia.
A continuación, le comparto cinco competencias que usted como líder puede utilizar para ganar la aceptación y confianza durante su presentación.
1. Claridad en su propuesta: Las personas en general desconfiamos de lo que es ambiguo o muy complejo, por lo que hacer presentaciones majestuosas solo para demostrar lo que sabemos no sirve de mucho. No confiamos en un líder que no tiene una visión clara o en un jefe que no tiene claros sus objetivos o en un vendedor que no tiene claros los beneficios de su producto. Como decía Einstein: “Todo debe simplificarse lo máximo posible, no más”.
2. Muestre empatía por su público: Debemos utilizar lenguaje inclusivo y tratar de ponernos en el lugar de la audiencia para entender cómo se sienten. En otras palabras, debe poder contestarse esta pregunta: ¿Cómo le demuestro a mi audiencia que me importan? Cuando nos ponemos en el lugar de nuestra audiencia y empatizamos con cómo se sienten, hacemos que se sientan escuchados y comprendidos.
3. Muestre su nivel de competencia: Cuando hablamos, nuestra audiencia evalúa no solo si creemos lo que decimos sino también si sabemos de lo que estamos hablando. Así que una herramienta fácil de usar es mostrar las credenciales que tenemos para respaldar nuestro conocimiento o dando ejemplos de nuestra propia experiencia.
4. Conecte emocionalmente con su audiencia: Para nuestras mentes, la mejor forma de conectar es compartiendo historias, pues es la forma más directa en que su audiencia puede compartir valores y conectarse a nivel personal con usted. Para ello, siéntase libre de compartir sus errores ya que eso demuestran su transparencia y vulnerabilidad ya que conectamos más con los desafíos de las personas que con sus capacidades.
5. Muestre coherencia entre lo que dice y lo que hace: Muéstrese confiado y auténtico durante sus presentaciones. Lo peor que podemos hacer es fingir algo que no somos tanto a nivel personal como de conocimiento. Al final la coherencia es la forma en que construimos una reputación.
Cuando preparare una presentación, un discurso o un mensaje difícil, tómese el tiempo para preguntarse cómo está generando confianza con su audiencia. Los resultados tendrán un impacto masivo y positivo en la retención de su audiencia de lo que ha compartido. Éxitos.