En McDonald’s Guatemala, somos conscientes de que, para muchos jóvenes, nuestros restaurantes son un escenario clave para su primera gran oportunidad laboral. Esta realidad es el pilar de una convicción profunda que guía nuestra operación y define nuestro compromiso con la juventud guatemalteca.
Por Luis Paredes
Gerente de Capital Humano de McDonald’s Guatemala
Consideramos el primer empleo como un inicio fundamental, el punto de partida de una historia de crecimiento personal, profesional y social. Es aquí donde los jóvenes comienzan a descubrir su potencial, a ganar confianza y a trazar un proyecto de vida con propósito. Este compromiso con el primer empleo es un reflejo de nuestro pilar «Empleo», parte de la plataforma «Pequeñas Acciones Grandes Cambios», a través del cual buscamos generar oportunidades significativas y transformadoras para la juventud guatemalteca.
Creemos firmemente que un primer empleo digno tiene el poder de cambiar una vida, y en un país con tantos jóvenes buscando una oportunidad, nos enorgullece ser esa puerta que se abre con respeto, formación y la promesa de un futuro.
Cuando un joven se une a nuestro equipo, no solo aprende a preparar las mejores hamburguesas o papas. Adquiere habilidades esenciales para cualquier carrera: responsabilidad, puntualidad, trabajo en equipo, comunicación efectiva y toma de decisiones. Más allá de lo operativo, aprende a confiar en sí mismo y a que su esfuerzo vale. Esto lo reconocemos y celebramos, construyendo una base sólida para su desarrollo.
Con más de 6,000 colaboradores en todo el país, en McDonald’s Guatemala nos posicionamos como uno de los empleadores más importantes, generando cada año más de 1,000 nuevos empleos, de los cuales el 90% representa el primer empleo formal para jóvenes. Esta dinámica es una inversión social estratégica que impulsa el desarrollo económico, reduce significativamente las barreras de acceso al mercado laboral para la juventud y fortalece el tejido social.
Cada joven que accede a un empleo digno comienza a construir autonomía financiera, fortalece su autoestima y se convierte en un agente activo de la economía, generando un efecto multiplicador que beneficia a su entorno y al país.
En la segunda parte de esta columna, profundizaremos en cómo en McDonald’s invertimos en el desarrollo de estos jóvenes talentos y el impacto transformador que esto tiene en nuestra cultura y en el futuro de Guatemala.




































